Día muy bonito y muy triste a la vez...
A las 7:15 estamos arrancando, de nuevo con muy bien tiempo. A pesar de la hora voy con manga corta, con un poco de fresquito pero soportable.
Comenzamos por una zona de senderos con mucho matorral para luego pasar a zonas más abiertas, con pistas, carril bici y carreteras secundarias.
A lo largo de la etapa de hoy tenemos mucho cambio de entorno. Zonas de monte bajo, de frutales, olivos, cereales, vides.... Impresionante cuanto cambio en un recorrido de 100 kms.
Tras pasar Cavaillon, donde sellamos las credenciales, en un camino ancho de mucha piedra suelta se me va la rueda delantera con las piedras y me caigo, rozando todo el brazo izquierdo. El segundo que dura la caída lo único que pienso es que no me pase nada, que solo sea el susto.
Parece que todo queda en eso pero un poco más adelante empiezo a notar un dolor en la muñeca. Me temo lo peor porque el dolor es similar a cuando la rompí en Marruecos.
Continuamos hasta un pueblo donde aprovechamos para comer un par de bocadillos y helado. Yo no tengo ni ganas por la preocupación. Curro me anima diciendo que seguro que es solo el golpe y mañana ya estará mejor.
Llevamos 70 kms y tengo ganas de llegar a Arles y ver si se recupera.
Las subidas de la etapa las tenemos al final, y por fin tras la bajada Arles, con su bonito anfiteatro.
El dolor ahora es más intenso, por lo que vamos al hospital y me confirman lo peor, tengo dos roturas en la muñeca.
Se acabó mi camino. Con lo bonita que había sido la etapa y el destino muy emblemático por ser punto de partida de muchos peregrinos...
Un día triste y raro porque no me lo creo. Una caída tan tonta que me obliga a dejarlo aquí.
Me quedo con todo lo positivo del viaje hasta aquí, que es muchísimo, incluso de esta etapa que ha sido muy bonita.
Ahora a descansar y mañana ver las cosas de otra manera y ver como volver a España.
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