Pero esta etapa en varios medios de transporte que no son la bici, y aun así ha tenido su parte de aventura y como es una experiencia más, aquí la dejo también descrita.
Nos levantamos a las 8 y a pesar de que le insisto a Curro para que él continúe, decidí volverse conmigo para ayudarme en el regreso (con una sola mano soy más torpe de lo habitual) y porque el camino lo hemos comenzado juntos y quiere que lo acabemos juntos. Dice que así en cuanto este recuperado volvemos los dos a Arles y lo retomamos donde lo hemos dejado. Ole por Curro!
Con la ayuda de mi hermana Patricia hemos averiguado varias opciones para volver. La que nos parece mejor es ir hasta Montpellier en tren y de ahí en bus (alsa) hasta Madrid.
Nos dirigimos a la estación de tren y sacamos billetes para las 12:42, que es un tren en el que podemos meter bicis.
Es pronto asi que damos una vuelta por Arles y nos tomamos algo tranquilamente en una terraza.
Llegada la hora vamos a la estación y tras 15-20 min de retraso montamos en el tren. Gracias a la ayuda de Curro que me sube la bici.
En información de la estación de Montpellier preguntamos cómo llegar a la estación de bus. La chica de información, bastante rancia, no me quiere dejar el plano de la ciudad porque dice que no tiene más y me explica con muy pocas ganas y dejadez que tenemos que coger el tranvía.
Ahora las bicis de pegan un garbeo en tram por Montpellier.
Llegamos a la taquilla de Alsa y cuando todo parece ya resuelto, la chica que nos atiende (de padres españoles y muy buen español) nos dice que las bicis no están permitidas.
Mi hermana había llamado a Alsa y confirmado por la web que si se podían transportar, pero en el reglamento que nos enseña la chica deja claro que no.
Le explicamos nuestra situación y dice que como hay poca gente, esperemos a las 19:30 (el bus sale a las 21:00) para sí sigue con la misma ocupación, tratar de convencer a los conductores.
Mientras eso pasa, vamos a buscar algo para embalar las bicis y de nuevo la ayuda de Curro se hace notar, al quedarme yo con las bicis y acercarse el a comprar unas lonas y cinta aislante.
Con eso vamos a comer para descansar, no hemos parado de arriba a abajo.
Hacemos tiempo y a las 19:30 la chica llama a los conductores y al seguir con poca ocupación, nos confirman que podemos viajar con las bicis.
Compramos los billetes, embalamos las bicis (de nuevo fundamental la ayuda de Curro) y media hora después, tras un largo día podemos montar en el bus de vuelta a Madrid.
Desde luego que es más sencillo volver en bici!!
Por tanto, en cuanto este recuperado, volveremos a dar guerra en este blog y la página de Facebook para terminar este camino!
Muchas gracias a todos por los ánimos y seguirnos en esta aventura que tantas cosas buenas nos ha dado!
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