Aquí amanece antes que en España y a las 6:45, sin necesidad de despertador por la claridad que hay, ya nos estábamos poniendo en pie.
Desayuno en común con el resto de peregrinos y a darle a los pedales..
Son las 8 y el tráfico en Roma esta en su apogeo, pero nos sorprende que no nos pita ningún coche y son bastante respetuosos con las bicis. Bastante más que en España.
Unas fotos en el Vaticano y rápidamente abandonamos Roma, comenzando con la subida al monte Mario.
En la etapa de hoy hemos combinado carretera, caminos y senderos. Nos ha tocado empujar la bici por algún tramo no ciclable, incluyendo el paso de dos ríos. No es fácil esto del empujing teniendo en cuenta el peso de las alforjas.
Llegando a Campaignano las fuerzas flaquean (llevamos unos 42 kms y +800m) y aprovechamos a comer, y muy bien. Además a buen precio.
Ha hecho mucho calor. Será por eso que en ruta nos hemos bebido 5 litros de agua y medio litro de cerveza (en la comida) cada uno.
En la segunda parte a destacar el tramo entre avellanos (mira de donde sacan las avellanas para la Nutella...), sin un camino o sendero bien definido y con la sorpresa de encontrarnos en medio del campo con dos torres de una antigua abadía.
También hemos pasado por Sutri, un bonito pueblo al que pertenece un coliseo romano esculpido en piedra.
Para rematar la etapa, bonito tramo entre sombras por un frondoso bosque.
En Vetralla no hay albergue y nos hemos quedado en un hostal que parece el único alojamiento de este pueblo de origen medieval.
Ciao bambinos!
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