En Sangüesa hemos tenido unos peregrinos compañeros de albergue un poco escandalosos.
Normalmente la gente se recoge pronto para descansar y madrugar al día siguiente, sin embargo estos estuvieron de cháchara hasta tarde. Incluso había un francés con un pedal considerable que por suerte al terminar de cenar, algo enfadado, subió, cogió sus cosas y se piró.
Nada más salir de Sangüesa tenemos dos opciones, ir por Rocaforte (con subidas más pronunciadas) o ir por la Foz de Lumbier, un paso encajonado al lado del río Irati.
Elegimos la segunda, que es la más recomendada y acertamos de pleno.
Buitres, paso de túneles y un paisaje muy bonito, eso si, no dura mucho este trayecto.
Y después nos viene lo duro, subidas varias, algunas por caminos de piedra suelta, lo que hace el esfuerzo mayor.
En Monreal parada técnica para tomar una coca cola y mini bocata.
Seguimos hasta Puente la Reina, alternando carretera con caminos y sendas.
Puente la Reina era inicialmente nuestro destino de etapa, pero ayer decidimos intentar llegar a Estella. De manera que comemos y seguimos hacia adelante, que nos quedan 20 kms.
Se nos hacen duros, por el calor, cansancio acumulado y el empujing que tenemos que hacer en esta etapa en varias ocasiones.
En Estella nos quedamos en el albergue juvenil. A Curro le han pedido el carné porque no se creían que hubiera cumplido los 18.
Aprovechamos una tienda de bicis para que a Curro le ajusten el pedal y a mi me calibren las ruedas, que la delantera hacia demasiado vaivén.
También, con gran dolor me deshago de las dos botellas de agua que me han acompañado desde Arlés ya que compró un par de bidones de verdad.
Hoy día intenso y de cansancio. A ver si descansamos bien para recargar las pilas.
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