Etapa larga por delante para llegar a León. En total 93 kms, bastante llanos pero muy aburridos.
Paisaje típico de Castilla y los pueblos no tienen demasiado atractivo.
Sahagun es el más importante de por los que pasamos, destacando alguna iglesia mudéjar y un arco de entrada al pueblo que son las ruinas del monasterio de San Facundo.
Más adelante llegamos a Burgo Ranero, de donde tengo un buen recuerdo de cuando hicimos noche en el albergue que allí hay en el primer camino que hice con Juan y Curro desde Madrid.
Hoy, unos cuantos años después, en la calle principal, el chaval de un bar nos recibe con una bandeja de pan con tomate y aceite que esta ofreciendo a los peregrinos que pasan. Un buen detalle. Precisamente que estábamos comentando el parar a tomar nuestro piscolabis, nos lo pone a huevo para tomar el pincho de tortilla aquí. Lo mejor del trayecto de hoy, sin duda.
Seguimos camino, son las 12:15 y nos quedan unos 40 kms a León.
Con suerte llegamos a comer!
Ayer llamamos al albergue Ademar para reservar y nos guardaron habitación compartida, pero nos dijeron que llamáramos hoy por si había quedado libre alguna doble. A las 13 llamamos y tenemos suerte, nos reservan una doble!
Comemos al entrar en León y ya después tranquilamente nos dirigimos al albergue.
Después de la ducha, a muy buena hora, nos vamos a dar una vuelta por la ciudad. Hoy hago de guía a Curro pues la conozco bien de cuando viví aquí hace ya bastantes años, y disfruto mucho recordando todo y viendo cono ha evolucionado.
Da la coincidencia que mi amiga Cristina esta volviendo de Asturias con una amiga y entra por León para tomarse una caña con nosotros.
Esta saliendo muy bien el día!
Ahora descansando un poco en el albergue para en un ratin (como dirían aquí) ir a tomar algo por el húmedo.
Mañana etapa corta hasta Astorga donde comeremos con Juan, nuestro compañero de otros caminos.
Ayer olvide comentar una anécdota que nos pasó así que la cuento hoy.
Por uno de los caminos por los que íbamos salió un tractor después de pasar nosotros. A pesar del estado del camino y que el tractor no podía ir muy deprisa, sin embargo nos dimos cuenta de que venía zumbandole y a ese ritmo nos iba a alcanzar pronto. Como el camino era estrecho y no queríamos parar y además tener que apartarnos, aceleramos pues el camino llegaba a otro más grande un poco más adelante.
Sin embargo, cual fue nuestra sorpresa cuando el tractor aceleró más, y para adelantarnos (solo unos metros antes de llegar a esa zona más amplia) se metió en la tierra de al lado y nos adelantó a toda pastilla por la tierra. Nos dio la sensación que se picó con nosotros...
También nos recordó a esas películas americanas de conductores de camiones psicópatas que persiguen a los conductores en las carreteras.
Ya sabéis, tantas horas sobre la bici da para montarse muchas películas jejeje.
Un placer el reencuentro Alvarito! :)
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