domingo, 13 de septiembre de 2015

Día 17 (34) Astorga - Ponferrada

Día lluvioso el de hoy, que ya imaginábamos que tarde o temprano llegaría después de tan buen tiempo.

Ha llovido por la noche y cuando salimos del albergue están cayendo unas gotas, aunque no hace frío.

Todavía es de noche, es lo que tiene compartir alojamiento con los que van andando, que acabas levantándote más pronto de lo normal.

Es hora punta y somos bastantes bicigrinos los que estamos preparando nuestras monturas. Entre ellos los 4 colegas con los que vamos coincidiendo.

En lo que termina de salir el sol aprovechamos a desayunar, en mi caso una señora tostada y pero que bien rica.

Donde desayunamos también lo hacen los dos ciclistas que vamos viendo día tras día en alguna terraza. Son también extranjeros como los otros 4. A estos dos les hemos apodado "los terrazas". Y como no podía ser de otra forma se piden el café y lo toman en una mesa de fuera, bajo los soportales, que llueve.

Comenzamos, con tendencia hacia arriba desde el primer momento, aunque lo gordo esta a 20 kms, donde empieza la subida de la cruz de hierro.

Antes de llegar ahí pasamos por Castrillo de los Polvazares, un pueblo muy bonito que se caracteriza por sus calles empedradas y grandes puertas en sus casas.

En la etapa de hoy vemos mucha bici, bastantes más de las que he visto las otras dos veces que ya he venido por aquí.

La lluvia va y viene y así nos vamos poniendo o quitando el chubasquero. Por suerte es poco cuando lo hace.

Parte de la subida a la cruz de hierro la hago con uno de los chavales del grupo de cuatro bicigrinos.
No andábamos muy desorientados con su procedencia... Son búlgaros y han empezado en San Juan de Pie de Port.

La subida se hace más entretenida mientras hablamos.
Arriba en la cruz de hierro llega Curro, y tras unas fotos, nosotros seguimos hacia adelante y el se queda a esperar a sus compañeros.

Cuando retomamos la marcha se ha metido un poco la niebla y comienza a llover.

Rápidamente nos calamos hasta los huesos y en la bajada una avispa (que coños hace una avispa fuera de casa en un día de tanta lluvia???) se estampa contra mi cara.

Al sentir el golpe y el dolor pensé que sería una china que habria saltado pero al parar un poco más adelante a cambiar el agua al canario es Curro el que me dice que es una avispa, que sigue enganchada en mi cara.

Con el frío no me duele demasiado el picotazo, pero se ve que no llegó a morir en el acto y le dio tiempo a sacudirme.

En la parada nos asustamos un poco.... Del frío no nos la encontramos!!!

En el Acebo nos tomamos un cafetito y un buen pincho de tortilla para entrar en calor. Los del bar nos dejan un par de periódicos para hacer la bajada más llevadera. No para leerlos, sino para poner en el pecho y nos quite el frío. Y después para meter en los zapatos para quitar la humedad. Nunca un periódico sirvió para tanto.
Al final lo que no hemos hecho es leerlo...

Llegamos a Ponferrada, calados y con mucho frío. Finalmente decidimos ir a un hotel que esta muy bien de precio para relajarnos y descansar mejor.

Después de una ducha que nos entona vamos a comer, no demasiado bien por cierto.

Hacemos un recorrido por los lugares más emblemáticos de Ponferrada, incluida la plaza diseñada por mi primo Gonzalo. Para más información o proyectos que os interesen, visitad www.mas-au.com.

Después de un descanso en el hotel nos vamos al albergue a saludar a los ex-compañeros de cuando Curro estuvo aquí de hospitalero. Gente muy baja y después de un café con ellos nos vamos a cenar y a la piltra que mañana toca etapon.

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